miércoles, setiembre 27, 2006

MI PRIMERA MUJER

Todo lo que ha pasado ente mi hermana y yo, sucedió durante 6 años más, yo ya (todo esto comenzó a los 8 años)tenía 14 años y ella 13, pero yo ya sabía mucho de la sexualidad, empecé a indagar y averiguar, quería saber si iba a ver consecuencias si seguía en esos juegos con mi hermana.

Siempre que había oportunidad de hacerlo, lo hacíamos, siempre era lo mismo ,echarme encima de ella, hasta eyacular, una vez , terminado ,todo seguía cómo antes, no había preguntas ni remordimientos, todo era eso, sólo un juego, pero a eso de los 12 años, mi hermana empezó a reglar, y yo averigué que podía quedar embarazada, le dije que ya no deberíamos hacer eso, pero ella, siempre me buscaba, y yo no le podía decir que no, no sé porqué, me había acostumbrado a hacerlo con ella ,ella nunca se negaba, quizás, unas dos veces la busqué, no sé porqué lo hice, pero fui a su cama y ella se bajó su pantalón y me abrío las piernas, me eché encima de ella,siempre era lo mismo, nunca hablabamos mientras hacíamos eso, no había palabras ni besos, todo era en silencio, sólo nuestros gemidos, a ella le gustaba verme la cara de excitado, pues lo estaba ,en esos momentos, pero esa vez sucedió algo, yo estaba bien exitado, y entre tanta fricción ,le metí mi pene, por completo, yo me asusté, pues ella dio un grito de dolor, por suerte no había nadie en casa, sólo mi hermanito, que estaba chico aún, así que nadie nos escuchó ni nos vió.

Al sentirla que le estaba doliendo, dejé de metérsela, pero ella me detuvo, me dijo sigue continúa, no pares, le gustaba creo, y yo me sentía bien, en ese momento , lo estaba disfrutando, estaba teniendo relaciones sexuales con mi hermana, era pecaminoso, pero no hacía nada por detenerlo, hasta que eyaculé dentro de mi hermana, había sido mi primera vez, era mi primera mujer.

Lo hicimos muchas veces, no sabría decir cuántas, ya era habitual ,siempre que había oportunidad de estar sólos lo hacíamos, y siempre después de hacerlo, me sentía la peor basura del mundo , pero no hacía nada por detenerlo.